Ya se puede consultar la memoria de la Fundación Germina 2022

Una vez al año, varias personas nos ponemos manos a la obra para elaborar esta memoria. Siempre tiene un sentido de pausa, como si capturáramos una fotografía del momento, deteniéndonos en medio del camino para observar lo que hemos avanzado y logrado en el último año. Comparamos datos, seleccionamos fotografías, prestamos atención a los matices de lo que nos dicen las personas que entrevistamos, las palabras que nos dedican entidades y compañeros de viaje… Y cuando todo está listo, me siento a escribir estas líneas.

¿Y cuál sería el titular de este 2022? Quizás el año en el que, después de consolidarnos en Cataluña, hemos abierto las puertas de nuestra primera sede en Madrid. Es un salto hacia una liga en la que nunca habíamos estado antes. En el fondo, seguimos atendiendo a personas con dificultades similares pero en contextos diferentes. Al mismo tiempo, crecemos como entidad y debemos respetar y adaptarnos a los ritmos de dos momentos distintos: por un lado, el de un tren en marcha, con proyectos consolidados; y por otro, el de un proyecto (y equipo) que comienza, que poco a poco se gana la confianza de niños, niñas, jóvenes, familias y de un territorio que los acoge.

Este año hemos finalizado un plan estratégico (2018-2022) que nos ha servido y acompañado en tiempos inciertos. También hemos comenzado a mirar hacia adelante. ¿Hacia dónde debe dirigirse Germina en los próximos años? ¿Qué desafíos tenemos y debemos afrontar? El patronato, el equipo, los niños, las niñas, los jóvenes y también los agentes comunitarios, como entidades, escuelas, servicios sociales y representantes políticos, han expresado sus opiniones y las tenemos en cuenta en todas sus formas.

Desde mantener «espacios agradables donde se está muy bien», realizar actividades «que no habríamos hecho de no estar aquí” o «que no nos reprendan tanto»… hasta ayudar a fortalecer las comunidades en las que estamos presentes, hacer de altavoz, prestar atención a las nuevas necesidades o tener una organización saludable y responsable en la que las personas que trabajan o colaboran se sientan cómodas.

Esta memoria representa una instantánea del momento y también refleja esta pausa en el camino. Es ese punto en el que tomamos aire, observamos lo que hemos recorrido y volvemos a levantar la cabeza, listos para dar el primer paso en este camino que continúa.

Mario Cuixart Cardús

Director 

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