Germina, Navidad alrededor de la cocina

Un año atrás estábamos estos días trabajando sobre dónde queríamos llevar Germina en los próximos años y preguntamos a las familias qué era lo que más valoraban. En todos los centros sin excepción contestaron que aquí se sentían como en casa. Más allá de que todo estuviera ordenado, hubiera plantas y los espacios estuvieran cuidados, destacaron la cocina como el lugar que sentían más acogedor.

Casi la mitad (44%) de las familias de Germina son monoparentales, y más de la mitad (51%) tienen una red de apoyo muy débil: ni tíos ni abuelos en la ciudad. Esto implica que, además de las muchas dificultades que se encuentran, a menudo se pueden sentir solas ante su realidad.

Estos días de Navidad en Germina son momentos de encuentro. Uno de los momentos más importantes es la merienda-cena-fiesta de Navidad de cada centro reuniendo a todos los niños, jóvenes y familias. Y en este momento de encuentro, la cocina juega un papel fundamental: grupos de niños, adolescentes y jóvenes han realizado talleres preparando delicatessens para la cena, algunas familias han venido por las mañanas también para preparar comida, y el día de la fiesta todo gira alrededor de la cocina: platos a calentar, que se acaban de cocinar, y madres y equipo educativo con sus gorros de navidad que acaban de organizarlo todo.

Cada año en cada centro, alguna de estas familias nos dice que esta cena de Germina es de los pocos momentos de estas fiestas que “sienten Navidad”, más allá de orígenes y culturas. Nos dicen que sienten que tienen un papel, que soy parte y lo celebro con mi gente.

Y es que la Navidad en Germina gira en torno a la cocina, sus olores, sus voces y música de fondo, sus colores. Y es así como nos proponemos que sea este momento y este espacio. Un espacio acogedor, un punto de encuentro muy especial entre niños, adolescentes, jóvenes, familias y equipo educativo.

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