Aprender a escuchar en los casos de maltratos y abusos
“No vamos a poder construir un relato si las palabras no son las adecuadas”. Esta frase pronunciada por Pilar Polo, responsable de Relaciones Institucionales de la Fundación Vicki Bernadet es un perfecto resumen de lo que pudimos aprender en la primera jornada sobre maltrato infantil y adolescente que celebramos en Madrid bajo el título “Profesionales ante la escucha y el relato”.
Además de Pilar Polo, que centró su intervención en el abuso sexual infantil, intervino Sofía Ortega, directora del Centro de Atención a la Infancia CAI6, quien nos mostró las pautas para aprender a escuchar a los niños y niñas para poder diagnosticar situaciones en las que puedan darse casos de abusos o maltratos. Ortega recordó que hay un marco legislativo que ampara y subraya el derecho de los niños y niñas a ser escuchados, y que eso forma parte del paradigma del buen trato. “Escuchar a los niños es trasmitirles lo importante que es la palabra de las personas. Se ha de establecer un vínculo, que ha de ser de seguridad y escucha, eso predispone a los niños a hablar de sus situaciones más complicadas. Una manera de romper la normalización en casos de violencias y abusos en la vida de estos niños y niñas es crear esos vínculos”
Una afirmación que sin duda vino ratificada en las palabras de Pilar Polo, cuando afirmaba, en relación con los abusos sexuales “El abuso se mantiene en la mentira y el silencio y eso nos obliga a ser transparentes y a poner palabras a todo. El silencio es lo que duele, no puede perpetuarse en la solución. Hay que ser honestos. Para hablar de abusos hay que poner nombres, es una manera de dar permiso para hablar. El abuso sexual infantil es un problema social que se sustenta en el silencio”
Por eso es tan importante romper esos silencios ofreciendo escucha. Pero para ello hay que aprender. Y en ese aprendizaje se dieron algunas pistas. Ortega señalaba “la mayoría de los indicadores para detectar los maltratos no son explícitos. Por ello debemos escuchar de muchos modos a través de los comportamientos de los menores, de cómo se expresan en los dibujos o el juego, la relación con el entorno y cualquier signo de sufrimiento que nos indique que hay que trabajar en esa dirección con el chico o la familia”.
Y ahí en la comunicación a las familias es donde en muchas ocasiones se generan las dudas. Ortega nos explicó, a partir de su experiencia, que en la mayoría de los casos los menores exculpan a sus progenitores “y eso debe de entenderse para evitar situar a esos chicos y chicas en un conflicto de lealtades entre dos referentes de su protección, padres y madres y educadores” Por eso es necesaria la comunicación con las familias y que los chicos y chicas participen del proceso. “Las familias siempre van a estar ahí y por eso deben formar parte de la solución” Para Ortega ese trabajo se inicia desde que entramos por primera vez en contacto con las familias, informándolas que estamos para proteger a sus hijos e hijas y que en seguida que haya algo que nos preocupe les vamos a comunicar, porque es nuestra obligación”
Pilar Polo nos enseñó a crear relato, a poner palabras a las situaciones y a evitar los silencios y los tabús. Nos mostró las dificultades para hablar de abuso sexual infantil, y nos señaló los muchos tabús y estereotipos que interceden en la definición de estas situaciones, empezando por infancia “El problema es que la infancia en nuestra imaginación es felicidad, está idealizada, y la infancia en realidad es dependencia. Los niños o niñas no son vulnerables, son dependientes, y en función de esas dependencias son más o menos vulnerables. La infancia es la etapa de aprendizaje que se basa en el vínculo afectivo. Si de los 0 a los 6 te enseñan a ser maltratada eso se reproduce más adelante, en ese sentido es importante que tengamos claro que es el abuso”
Por ello a Pilar le obsesiona saber poner las palabras adecuadas a las cosas. “si los adultos tenemos problemas para hablar de abuso sexual, para poner palabras, como pretendemos que lo hagan los menores. Un abuso no es una agresión ni se basa en una situación en que no hay consentimiento. Normalmente se basa en la complicidad y la manipulación para conseguir los objetivos” Polo señalaba el problema para definir el abuso “Es difícil de definir porque vivimos en una sociedad que tolera el abuso en muchos terrenos, y a veces ejercemos cualquiera de nosotros de abusadores”
Por eso Pilar Polo proponía que para aprender a escuchar nos escuchemos primero a nosotros mismos como primer paso para aprender a escuchar bien a las personas que tenemos la obligación de proteger. La conclusión de Polo no podía ser más contundente “Cuando hay un abuso sexual infantil estamos hablando de un fracaso social porque se rompe algo. Lo primero, la cadena de confianza Todo lo que hacemos viviendo en comunidad se basa en la confianza. Y los niños y niñas aprenden que los que tienen el encargo de protegerles los utilizan. Y eso revierte en la confianza de los mismos niños y niñas. Lo que se rompe es tan potente que el mundo se fragmenta. Se trata de un terremoto donde hay un victimario y una víctima, epicentro, y réplicas en el entorno con víctimas secundarias. Se convierte en una crisis social. Es importante una buena intervención escuchando a todos los afectados. El abuso sexual infantil es perverso porque los abusadores crean complicidades excluyentes y silencios basándose en esa confianza. Por eso es importante saber que no debemos perpetuar ese tipo de relaciones, si alguien nos quiere se debe poder hablar de todo y ser honestos. Se trata simplemente de escuchar, no juzgar, y no prometer lo que no se puede comprometer. Hay que dejar claro a los chicos y chicas que escucharlos es también buscar soluciones y que esas soluciones no pasan por los secretos y silencios. Lo único que les podemos prometer es que estaremos a su lado para protegerlos”
Y acababa con una recomendación para poder sacar provecho de la escucha “Cuando un niño o niña te pide “no se lo cuentes a nadie” está haciendo un grito de alarma. Te pide que actúes con discreción, y los profesionales debemos aplicar esa discreción y hacerlo partícipe de todos los pasos que vayamos a hacer como informar a sus padres y madres. Para estas víctimas lo peor que les puede pasar es que se rompa el vínculo de confianza que han conseguido con alguien, y si se les hacen promesas que no podamos cumplir esa cadena se puede romper definitivamente porque se sienten traicionados. Hay que ser discretos y transparentes”
Sofia Ortega
«Escuchar a los niños es trasmitirles lo importante que es la palabra de las personas. Se ha de establecer un vínculo, que ha de ser de seguridad y escucha”
Pilar Polo
“Hay que dejar claro a los chicos y chicas que escucharlos es también buscar soluciones y que esas soluciones no pasan por los secretos y silencios”
«En el buen trato y la protección de los niños y niñas esta la escucha. Es un derecho al que debemos atender. No se trata de juzgar, se trata de detectar los posibles abusos y maltratos y encontrar soluciones con los afectados uy sus familias.”
Encontraras los vídeos de la jornada en el siguiente enlace de nuestra web: Jornada en Madrid Maltrato infantil y adolescente – Germina